miércoles, 16 de julio de 2014

El lirio se ha vuelto sombra sin avisar. Los juguetes fueron incendiados. Todo ha muerto menos yo. Quizás por algo estoy viva. Quizás estoy viva para poder escribir sobre todo esto. Sobre la maldita infancia que se acostumbra a torturarme, que no me deja en paz ni cuando la nombro, no me da calma.
Voy a resistir por inercia, en el fondo nací cobarde. Es absurdo. No puedo escribir porque no sé qué quiero decir y si lo supiera, no sé si lo escribiría.
Hacer, eso es todo.

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